Cuaderno de notas, imágenes y sonidos. Parte I del Bluf en: http://paurakemantarraya.blogspot.com/
segunda-feira, novembro 09, 2009
Crónicas de territorio continental. Montados y armados
Cormac McCarthy, Ciudades de la llanura.
¿Qué dice el corrido?
Quijada sacudió la cabeza. El corrido lo dice todo y no dice nada. Yo oí la historia del güerito hace ya años. Antes incluso de que su hermano naciera.
El corrido cuenta lo que quiere contar. Habla de lo que mueve el mundo. El corrido es la historia de los pobres. No debe fidelidad a las verdades de la historia sino a las verdades de los hombres. Cuenta la historia del hombre solitario que todos somos. Cree que allí donde dos hombres se encuentran sólo pueden pasar dos cosas y nada más. En el primer caso nace una mentira, y en el segundo la muerte.
Es como decir que la muerte es la verdad.
Cormac McCarthy, En la frontera.
Montados y armados.
Javier Aguirre conoce muchos lugares y gente del norte de México. Se crió entre General Terán, Nuevo León, ciudad Victoria y Reynosa, Tamaulipas, pero de los veinte años en adelante empezó a viajar por todos los estados norteños como agente de la desaparecida Policía Judicial Federal:
Muy cumplido en su deber
en Culiacán destacado
hizo respetar la ley
así quedó demostrado
cuando estuvo en Monterrey
y en Tamaulipas su Estado
Cuenta que cierta vez detuvieron a un joven burrero, en Agua Prieta, Sonora y debieron liberarlo porque el padre del joven los amagó y correteó con un machete. Se trataba de un anciano casi centenario muy bravo y decidido al que ninguno de los efectivos se atrevió a tocar o encañonar con sus armas de fuego, así es que lo dejaron irse con su hijo antes que -siquiera- contradecirlo; en otra ocasión interceptaron un tren de pasajeros en la guarda raya de Chihuahua y Sonora: El ferrocarril traía vagones de pasajeros pero en vez de asientos y gente estaba repleto con bultos de mariguana; parecía que no traía ni un alma pero de pronto bajaron los maquinistas y nuestra gran sorpresa que portaban chalecos a prueba de balas de la DEA y radioteléfonos. Discutieron con el comandante y de pronto llegó un enlace por radio, desde la ciudad de México: “Dejen pasar ese tren y suban de escoltas, va para la frontera y tiene vía libre”:
Antes era Federal
pero no me convenía
porque era mucha la mafia
y poca la policía
ya me llegaron al precio
les trabajaré otro día
Vecino de Tamaulipas
nacido y criado en Laredo
le dije adiós a la mafia
voy con rumbo al extranjero
este es último viaje
les dejo mis comederos
También narra de un retén, adelante de General Bravo, Nuevo León, en el que decomisaron un arma a otro viejo y, cuando le preguntaron para que quería la pistola, contestó sin vacilar: Para matar a mi compadre, que me hizo un gane -a la mala- con unas vacas y mi esposa. Javier miró detenidamente la pistola decomisada (un revólver viejo con tres tiros) y se fue a la patrulla. Regresó con una pistola escuadra, le puso un cargador y le dio otro de repuesto a aquel hombre, al tiempo que le decía: Mire, con esa pistola que traía no va a hacer nada. Le presto está, si quiere matar a su compadre va a tener más chanza; pero eso sí, vaya y haga lo que tenga que hacer y luego me regresa el arma, vamos a estar aquí tres días. El viejo se echó la escuadra al morral y cruzó el retén, rumbo a Reynosa. Regresó al otro día en la mañanita, preguntó por Javier y le entregó la pistola prestada. Sólo le faltaba un tiro: Muchas gracias -le dijo- y cruzó el retén en sentido contrario.
Cuenta muchas otras cosas pero, hace poco le preguntamos que recuerda más de todos esos años de hierba, polvo y plomo; entonces, se queda pensativo, luego dice, en forma pausada: Un cabrón, en la sierra de Chihuahua que nos mantuvo a raya con dos cuernos de chivo (cuerno de chivo: nombre popular con el que es conocido el rifle de asalto AK-47, en México). Mira, Terán, tuvimos un enfrentamiento de horas después de un decomiso. Nosotros éramos muchos y les gritamos que se rindieran, que no tenían ninguna chanza ¡pero pues nomás no hicieron caso! Hubo varios muertos y heridos. Al final, se rindieron dos, y uno salió corriendo ladera abajo, en dirección contraria. Llevaba dos cuernos y unas ristras de cargadores:
Compadre sírvame un pase
que se me están acabando
ya peleamos con la ley
de Sinaloa y de Durango
y con tanto enfrentamiento
el sueño me está ganando
Cuando vimos que iba corriendo con las armas y las municiones nos sacó de onda y nos reímos, pero luego observamos como avanzaba rumbo al barranco y agarramos cuatro caballos para perseguirlo; primero de lejos, luego de más cerca y ¡cuando quisimos apuntarle! nos empezó a disparar para mantenernos a raya. ¡No nos dejaba hacerle blanco!
Al principio, pensamos que iba a ser fácil cazarlo, ¡pero nunca dejó de moverse!, quien sabe de qué forma -tu Terán- giraba su cuerpo como un remolino, levantaba los dos rifles de asalto y nos disparaba; también, nos tiraba con los brazos en forma cruzada y para atrás ¡sin nunca dejar de correr y de bajar; igual cambiaba los cargadores. Algo que nunca habíamos visto, hasta nos daba miedo ver su figura por entre los árboles mientras corría y bajaba recargando y disparando. Y así estuvimos, nos tiraba las ráfagas y nos parapetábamos, lo perseguíamos un poco y cuando le íbamos a disparar nos rociaba de tiros:
Calibre dos veintitrés
que bonito cacareabas
se confundían los quejidos
con el mugir de las vacas
y los ecos de la sierra
esta balada grababan
Pues sí, nos mantuvo a raya bastante rato, no sé cuánto tiempo, al final se le acabaron las balas y nos aventó los cuernos de chivos pero siguió corriendo. Entonces sí, lo agarramos de más cerquita y nos lo chingamos.
Eso nunca se me olvida, fue en la sierra de Chihuahua hace más de veinte años, en el siglo pasado que acaba de terminar:
Se oyeron unas descargas
no pude llevar la cuenta
en las riberas del Conchos
cantaba una M 60
cacareaba una AR-15
y distintas metralletas
Crónicas de territorio continental. Manzanas y carne de oso.
-Crónicas de viaje-
Vivíamos en la colonia Roble, San Nicolás de los Garza, Nuevo León, cuando se apareció Eloy invitándonos a trabajar a unos ranchos lejanos. Le decía a nuestro padre -de una forma por demás confiada y efusiva-: Manuel, estoy buscando gente para ir a pizcar manzana en Cuauhtémoc, Chihuahua. Se gana muy buen dinero y es nada más una temporada corta; si no te quieres despegar de tu familia te los puedes traer, también hay chamba para ellos.
Manuel López y Eloy Morín parecían tenerse confianza: bromeaban, bebían juntos y platicaban largos ratos; Morín vivía a dos cuadras de nuestro hogar y había sido supervisor de papá en la fábrica de Industrias Automotrices, S.A. (IASA).
Nuestro padre era comerciante ambulante, en ese entonces, y pensó la propuesta de aquel amigo, pero aunque este le insistió una y otra vez, una y otra vez, siempre le contestó que no: Aquí estoy muy a gusto con mi puestecito de tacos, ¿qué voy a hacer a una tierra lejana y desconocida, donde dicen que hace tanto frío?
Un día de invierno papá nos sacó de nuestros juegos y nos llevó a la cocina para sentarnos alrededor de la mesa, traía en las manos envuelto algo, lo colocó al centro y lo desenvolvió; luego exclamó en tono ceremonial y orgulloso: Aquí tengo un pedazo de carne que me dejó Eloy antes de irse, me pidió que se las diera a probar, es de un oso que fue cazado en la sierra de Chihuahua. A continuación cortó cuatro pedazos y los repartió entre los tres hermanos más grandes y nuestra madre. La carne era algo dura y muy gruesa pero sabía bien; sin embargo, lo que más recordamos de aquel trozo es el sabor y conciencia plena de un territorio llamado Chihuahua, de sus montañas, de su gente.
Del señor Eloy Morín ya no volvimos a tener noticia, papá cuenta que desapareció y nunca volvió. Nadie sabe si sigue con vida, murió en la quema o está preso. Nosotros, cada vez que volvemos a probar carne de oso y escuchamos una vieja balada nos acordamos de él:
Se oyó la voz de R1
un domingo en la mañana
cuando le dijo a su gente:
“Vamos a pizcar manzana
ahí les dejó un anticipo
y nos vemos en Chihuahua”
En la prensa publicaron
por medio de una embajada
que en un rancho del desierto
allá en Búfalo, Chihuahua
había diez mil toneladas
de la famosa manzana.
sábado, outubro 24, 2009
Derzu Usala (de serie: poemas cinematográficos)
El fuego es gente
El sol es gente
La luna es gente
El agua y el viento son gente
Gente muy importante
El sol, todos lo sabemos
Es nuestro padre
Y la luna nuestra madre
pero a veces lloran
porque nos portamos mal
Todo es gente y no deberíamos hacer enojar a la gente
La gente de hierro habla
habla mucho pero no le entiendo
En la taiga no estamos solos nunca
Viene mucha gente: el cuervo, el tejón, los ratonesEn la taiga las narices y los oídos ven igual que los ojos
En la taiga no comprendemos cómo la gente puede vivir encerrada
Nos falta aire en la ciudad, tenemos que irnos de ellas
porque si no, moriremos de tristeza
Olviden El Álamo, Topo a Kopito
el misil topol ruso de herencia soviética
el topos uranus de herencia asiática
el topos lobampus de herencia heleno cahita
el animal ciego que horada la tierra
el agua mineral Topo Chico
el volcán del Topo Grande
el taller del Topo Chido
la toponimia que quiere nombrar para siempre al mundo
y la topoNydia que lo re crea a cada instante
según el paisaje sonoro ritual de las horas que pasan
Oiga, lo que no entiendo es ¿por qué se oye la voz de la señora contando un cuento si vimos cuando la estaban enterrando, en un video?
Podría ser que noche perros bermejos te ladren
desde el más allá
porque así lo han hecho desde antes de tu nacimiento
y así lo harán después de la muerte del último de tus descendientes
Podría ser que de noche perros bermejos te ladren
desde Venus: estrella de la tarde, estrella del amanecer
Podría ser que el eco de su luz roja
te guíe hasta el centro de la tierra
por el camino de tus antepasados que es el de tus hijos
Porque los perros bermejos ladran desde el más allá y tu ya estás muerto
parado junto a una gran avenida sin poder distinguir
entre el día y la noche o el paso de las estaciones
sin poder distinguir entre la creciente que baja de la montaña
y el ruido cadencioso de los autos que atraviesan de lado a lado el costado y el sueño de la ciudad
Podría ser que con los ojos de los perros bermejos un día de éstos me veas pasar...
domingo, fevereiro 08, 2009
Sueño recuperado de algún año y verano pasados
Anoche soñamos en un sueño que estabámos en el ejido Cerro Prieto. Todo el día hemos traído de encargo esa visión pero no logramos verla en un secuencia narrativa básica, en una historia.
También viene a nuestra mente la piedra con un grabado que cierta vez bajamos de la Loma de las Vacas, colina situada frente al Cerro Prieto, se trataba de una pequeña roca que llevamos a la casa de la abuela Rosa Prequeño, que por ahí anduvo rodando; a veces estaba debajo de la cama o en el patio, otras, sostenía la puerta de la casa para que no se cerrara de golpe con los vientos de la llanura costera del Golfo. Poco antes de que la abuela enfermara y se la llevaran a la ciudad la piedra desapareció; le pregunté por ella a la más grande de los Pequeño y no le dio importancia. Dijo “por ahí debe de andar barrumbada, o se regresaría a la loma”. La buscamos piedra por piedra en el solar y no hallamos nada.
sexta-feira, fevereiro 06, 2009
Puercos académicos (cuerpos académicos).
- Primeros foros o seminarios internacionales de algo, donde participan los organizadores, dos de sus amigos y algún visitante extranjero (98 % de posibilidades de que este último sea un francés, español o norteamericano radicado en el D.F.).
- Coordinación de libros con re versiones de artículos y ensayos elaborados por ellos mismos, sus alumnos favoritos, además de amigos y familiares.
Este tipo de mecanismos funcionan, a la vez, con la única intención de obtener puntos en los escalafones del ESNIF, CONASHIT, PROMEP y cantidad de siglas académicas más, que se traducen en dinero y poder; en consecuencia, el fin último de los puercos académicos es engordar en un cubículo chiquero universitario para conservar y heredar la plaza.
Realizado en colaburración con Nydia Afrorraramuri y con una beca de doctorado del Programa Nacional de Posgrdo de Calidad del COANCYT
Supersticiones locales. Creencias nativas
Entre nuestra gente existe la creencia de que cuando alguien va a morir
recorre en forma inversa el camino de su vida
se regresa paso a paso por el camino del tiempo
(no como en un sueño, o un parpadeo, o el transcurrir de una película).
Así, cada vida tarda la mitad de su vida en morir.
Pero para cuando cada muerte recorre, en forma inversa, el camino de su vida
llega un punto en que vuelve a nacer
por eso nosotros morimos naciendo y nacemos muriendo.
(Y esto no es historia ni copia y pega de un programa visto en el discovery es la verdad, la verdad, la puritita verdad).
quarta-feira, janeiro 21, 2009
Calebraciao. Un año. Para Nydia
quarta-feira, janeiro 14, 2009
Ocurrió durante el solsticio de invierno 2008, en el ejido Cerro Prieto de Linares, Nuevo León
Altai le quiere dar de comer a uno de los gatos ferales del ejido Cerro Prieto, bestias que, en tierras situadas más al norte, son conocidas en ciertas noches de tormenta como gatos de mar.
Estamos de paso y traemos pocas provisiones por eso le insistimos que no puede darle su comida a ese gato. Nydia añade que -además- lo convertirá en un gato defectuoso porque se impondrá a la comida fácil y dejará de cazar en el monte.
Pero la niña sigue empecinada y sin dejar de caminar con su plato se dirige rumbo al felino.
Altai -le insisto con fuerza- no puedes darle tu comida a ese animal.
Pero ella parece no escuchar y avanza decidida, al mismo tiempo que señala "si se la voy a dar porque tu me has dicho siempre que comparta y voy a compartir con el; además, los gatos no pueden andar en dos patas como nosotros".
Ante semejante argumentación, es ya casi imposible detenerla por lo que intentamos un último recurso y le decimos: "Bueno, a quién quieres más, al gato o a mí".
A lo que responde rápidamente (de hecho, antes de que termine mi frase anterior): "al gato, al gato, al gato..."
quarta-feira, dezembro 31, 2008
Crónicas de viaje. Tierra de las montañas azules y koloradas. Afroaridoamérika. 29-XII-08
Dormimos a intervalos y en el entresueño recorremos la comarca lagunera en un tiempo y tono crepuscular. Son poco después de las 12:00 de la noche y hay mucha gente en las calles, especialmente niños, adolescentes y jóvenes.
Le comentamos a Nydia que siempre que pasamos por esta región cerca de medianoche hay mucha actividad a horas que, en nuestra tierra, la gente duerme. Observación que ella corrobora. Luego el autobús se detiene en una central camionera y bajamos a estirar las piernas y comprar alguna chuchería.
Cuando despertamos vamos entrando a la central de Gómez Palacios, Durango y bajamos a estirar las piernas.
quarta-feira, dezembro 03, 2008
Nuevas colonias. La última frontera. Houston-Baikonur (Texas Khazajastha), Diciembre 2008.
Bueno, efectivamente, ya diversas acciones del Gobierno del Estado se han ido encaminando hacia el desarrollo de la industria aeroespacial (...)
El día de hoy el señor Gobernador instala este Consejo Ciudadano Asesor del Gobierno del Estado, me voy a permitir, ya el señor Gobernador lo esbozó, simplemente cómo quedarían algunos de estos puntos formalizados ya en un acuerdo que el señor Gobernador firma para la instalación oficial de este Consejo, el cual tiene como objetivo principal el desarrollo y la consolidación de la industria aeroespacial, a través del análisis de las propuestas surgidas dentro de este Consejo, de los sectores público, privado y sector académico.
El Consejo tendrá por objeto, primero, fungir como órgano de consulta y de apoyo para las empresas relacionadas con el sector aeroespacial y el Gobierno del Estado de Nuevo León".
-Mensaje del C. Secretario de Desarrollo Económico, Lic. Eloy Cantú Segovia. Durante la Instalación del Consejo Ciudadano Asesor del Gobierno del Estado para el Desarrollo de la Industria Aeroespacial, en la Planta FRISA WYMAN GORDON, Santa Catarina, 22 de Julio del 2004-
"Rayando el Sol...
Tumbando Unos y Estrellas..."
"Para que queremos escalas en la luna si para llegar a Marte, la Tierra..."
-Graffitis en el museo de sitio de la Estación Espacial Internacional-
"Que chiquita es la Sierra,
que pequeño es el Mundo,
y qué divertido es el Universo".
-Refrán-
"Cuando vayas al espacio
haz un recuerdo de mí".
-Canción, los Astros de China y Lucero Norteño-
“Cuando eleves tu mirada
al cielo y al infinito
y veas brillar los astros,
mi alma estará contigo”,
esas fueron las palabras
de aquel viejo arrepentido."
-Corrido, Viejo Arrepentido. Los Impostores de Nuevo León-
Para los habitantes de Nuevas Colonias y las miles de áreas metropolitanas que no aparecen en los mapas terrestres.
Nuevas colonias. La última frontera.
Existen sectores periféricos de las ciudades que no aparecen representados en la cartografía de la tierra y prefiguran avanzadas coloniales en el espacio exterior.
En medio de terrenos marcianos o lunares hay casas fabricadas y armadas en serie con menos espacio interior que una estación orbital de la serie Mir; en lontananza, a veces espejismos, las antenas palpitantes de telecomunicaciones evocan paisajes urbanos del sistema solar nativo y hay manchas de césped siempre verde y brillante que parece natural.
No pocas calles y carreteras de estas poblaciones desembocan en la nada y las estrellas, que están al alcance de la mano; seguido, las disfuncionales familias colonizadoras se reúnen para contar historias acerca de su Madre, La Tierra: sobre las urbes nodrizas situadas a miles de años luz.
Cuando alguien se comunica con alguna de estas constelaciones del área metropolitana, las voces suenan como de otro tiempo, del más allá o de otro mundo. Se cruzan, fugazmente, en la transmisión, señales que ya no vemos y no entendemos: diálogos de programas cómicos de la televisión albanesa, manifiestos de todo tipo transmitidos por la vieja red internet, saludos de radioaficionados enviados con tecnología de Punta Chueca, Sonora.
Varias veces hemos visitado esos sectores fronterizos para ver a nuestra hija y nos sorprende la calma de sus habitantes, su paciencia ante la gravedad cero y la falta de sol en el horizonte.
Al parecer, la gente de La Tierra se acostumbra pronto a que le den facilidades en situaciones límite. Por eso, cada vez son más los individuos y grupos que no dudan en tramitar su crédito de vivienda interestelar, abordar los transbordadores económicos de manufactura china o brasileña y esperar la cuenta regresiva para incendiar las naves. Además, el fondo social para la preservación de la vida humana asume periódicamente todos los gastos de transporte y adaptación de cuotas de colonos.
Tampoco es insignificante la cantidad de individuos que elude los retenes siderales y las volantas interplanetarias por problemas con las leyes del sistema solar o de quienes por simple afán de aventura parten sin autorización: todo con el fin de participar en la Conquista de la Estratosfera.
Desgraciadamente, muchos de estos últimos mueren congelados, pulverizados o de hambre y sed antes de llegar a su destino. Hasta los que logran cruzar más allá del Cinturón de Asteroides pueden ser deportados o condenados al exilio en alguno de los tantos planetas prisión, aunque es un secreto a voces que fuera de la zona franca del Sistema Solar, la Metrópoli relaja los controles y de vez en cuando otorga amnistías individuales o colectivas.
Los menos, en esta carrera hacia la periferia, son individuos de tribus como Los Dogon, Los Pamoranos y los Guaykura-Guararé, quienes se amparan en la siguiente fórmula mítica: "Nuestra gente, La Gente de La Tierra, no se va, regresa" y reivindican ser primeras naciones de las estrellas por usos y costumbres.
Los primeros son mayoría en rincones del universo despreciados por muchos como Sirio A y Sirio B, mientras que a los segundos no se les ha podido desalojar de Venus y sus inmediaciones, planeta que administran como zona franca de casinos, aduanas, comercio y contrabando. Los Guaykura-Guararé se cuecen aparte porque los podemos encontrar dispersos en casi cualquier colonia de la periferia estelar, pero siempre dentro de los límites de la Vía Láctea; por creencias atávicas nunca van más allá de lo que ellos denominan su matriz o nodriza: la Galaxia Mantarraya.
Desde luego, en estas comunidades las condiciones de vida son extremas para todos, o por lo menos difíciles. Una coca cola en lata o un periódico impreso son cosas de ciencia ficción. Durante nuestros dos últimos viajes no había café ni sal en el cuadrante en el que nos hallábamos. Los colonos se disculparon con resignación afirmando que los últimos contenedores de esos productos se habían terminado días antes y que tendrían que esperar al próximo transbordador de suministros, el cual tardaría meses en volver de alguna de las plataformas espaciales internacionales operadas por Halliburton y Wall Mart Co.
El espacio vital es también una preocupación y problema. La conocida frase "entre más lejos en el espacio exterior, menos espacio interior", se comprueba fácilmente en estos sectores. Aquí todo está miniaturizado en relación inversamente proporcional a la distancia que la población tiene de La Tierra. condición lógica si tomamos en cuenta las grandes distancias que privan en la noche de los siglos.
No obstante, para los espíritus cosmopolitas y con cierto interés mito poético u antropológico, son sectores fascinantes. Los niños y niñas juegan a la guerra de las galaxias o los caballeros del zodiaco, se venden reguladores psicotrónicos por radio frecuencia y se escuchan ritmos de todos los rincones de la galaxia: grupos vallenatos originarios de Planeta Rica; versiones de rolas oldies como “Eye in the Sky”, de Alan Parsons Project; además, música tradicional de las ciudades madre: los Satélites de Reyonsa, los Cometas de Laredo, los Luceros de Terán y los Atómicos de Baja California Sur.
Desde luego, encontramos viviendo en la colonia más insignificante gente de muchos pueblos del tercer planeta. Durante nuestras visitas hemos conocido a una mujer Saharaui, casada felizmente con un laborioso pigmeo del Kalahari; ella tiene dos hijos, uno de su primer matrimonio con un estadounidense y el segundo fruto de su relación con el africano. En su casa son comunes las ruedas de la cumbia y el prender la vela. También departimos alegremente con una joven de sangre Tahína que tiene fe en los reguladores psicotrónicos y es editora del periódico Milenio Estelar.
Tampoco es extraordinario toparse con individuos de algunas etnias que se creían extintas en las naciones del Planeta Madre; personalmente, hemos conocido mujeres Caribes, Huachichilas y Afrochichimecas, así como niñas Altaico Cyberianas de la primera migración con ascendencia tribal Tuarake.
Y lo mejor está por venir: generaciones completas han nacido ya en las Nuevas Colonias, por lo que étnica y legalmente son alienígenas; lo mismo podemos decir de aquellos bebés que cumplido el año pueden pasar a residir en el espacio exterior, según las estrictas regulaciones de la Federación Estratosfera (Fed Ex). Estas últimas camadas no son ni de aquí ni de allá y empiezan a dejarse escuchar, a años luz, reivindicando la doble identidad planetaria.
Este estado de la cuestión sobre la vida alienígena puede parecer algo paradójico pero en realidad es natural que los primeros extraterrestres con los que nos topamos sean de ascendencia directa homo sapiens, porque desde el siglo XX concebimos la vida del espacio exterior a nuestra imagen y semejanza.
Nunca buscamos vida extraterrestre diferente a la de nuestra secuencia física y bioquímica, sino un espejo. Recordemos la devoción con que los científicos de las primeras misiones a Marte buscaban agua o vestigios de hielo en el planeta rojo. De hecho, alguien muy sagaz comentó, en la infancia de la era espacial, que al buscar vida fuera del planeta, en realidad buscamos saber quiénes somos; o como dice un anciano recién emigrado a las estrellas, junto a sus ancestros: No buscamos conquistar el cosmos sino ensanchar el solar de nuestra infancia, regresar a Ella y Ella se llamaba La Tierra.
Ensayo de autobiografía espacial. Avance primero en el marco del proyecto: Experiencias espaciales de los habitantes terrestres
1.1. El barrio: hogar interior.
La primera casa que recordamos estaba ubicada en el centro de San Nicolás de los Garza, Nuevo León; para llegar a ella teníamos que recorrer, desde la calle, un pasillo estrecho de vecindad. Era un hogar con vigas de madera y techo de lámina del que siempre evocamos, la acústica de la lluvia: sonido recurrente que todavía nos generan calma, sosiego. Sobre este espacio pensamos ahora que “estar dentro del mismo era estar doblemente adentro”, porque de la calle teníamos que penetrar al interior de la vecindad para luego poder estar dentro de casa, se trataba de una sola entrada con una salida.
Esta casa la habitaron después una tía y un tío recién desempacados del rancho. No recordamos su fachada ni ningún otro detalle de la misma, aparte de las vigas y el techo mencionado.
Ahora bien, desde esta casa y vecindad, cruzábamos la calle rumbo poniente para entrar por otro pasillo y visitar la casa de unos primos. Esto último nos era especialmente grato porque el patio de ellos conectaba con otro patio muy grande y semi abierto -estilo rancho- que tenía un gigantesco mezquite al centro; en las ramas de esta árbol dormían varias gallinas.
1.2. El barrio: casa sobre la calle Hidalgo.
La segunda casa vivida estaba ubicada sobre la calle Tapia, para estar en su interior no teníamos que pasar por otras cinco o seis casas apiñadas a lo largo de un pasillo estrecho. Ahora que recordamos esta nueva condición pensamos que implicó un pequeño “ascenso socio económico” para la familia, porque primero habitamos en la última casa de una pequeña vecindad (“el espacio del rincón”), luego pasamos a vivir en una casa cuya puerta principal daba a la calle; además, tenía ventanas con cristal, una pequeña barda de adorno y estaba pintada con colores vivos al frente (rosa o marrón).
La transición de una casa a la otra era casi casi como salir de una suerte de cueva, pasar de la oscuridad a la luz, etc.
Este segundo hogar tenía un patio pequeño interconectado con otro gran patio donde jugábamos y confluían –como en espiral- los patios de otras casas. De este espacio recordamos gratamente la hora del crepúsculo, especialmente por el olor y sabor de las gorditas de harina recién hechas y frijoles molidos caldudos, así como por el despliegue de algunos árboles contra el anochecer, y el planear de la lechuzas, aves a las que temíamos y admirábamos reverencialmente porque “son mujeres, son brujas”; sobre estos seres siempre se nos advirtió que no les silbáramos, ni mucho menos les gritarámos “Ven por chile y sal”, porque lo primero significaba hablar su lengua y hacerlas enojar, mientras que lo segundo era una fórmula verbal para invocarlas. No obstante, como nosotros eramos muy valientes, siempre que veíamos una lechuza cruzar los cielos de esa casa –casi a diario- le gritabámos mentalmente “Ven por chile y sal”; esto último era con tanto enfásis y de forma tan recurrente que recordamos esa voz, como si en verdad dijeramos la frase al exterior, a los cuatro vientos. En fin, para propóstios de este escrito, pensamos que tiene que ver mucho con las sensaciones evocadas en el espacio vivido; en este caso, evocaciones con el más allá, el inframundo.
De esta casa, a diferencia de la anterior, recordamos que estar adentro no implicaba arrinconamiento, sobre todo porque por la puerta de la cocina se podía pasar –al mismo tiempo- hacia afuera (de la casa) y hacia el patio y la interconexión de patios que confluían en otro gran patio o semibaldío, tierra de nadie y de todos, en la cual desplegábamos andares y juegos infantiles.
En el contexto de los anteriores espacios vividos, recordados, eran de importancia capital las calles: su estructura, linealidad y orden; será por eso que, como en un sueño, recordamos cuando las máquinas empezaron a pavimentarlas, esto fue algo significativo; además, la calle de la segunda casa iba a dar directamente –rumbo poniente- a la fábrica de Industrias Automotriz Sociedad Anónima (IASA), donde trabajaba mi padre, mientras que –rumbo oriente- se daba vuelta a una esquina, para asistir a la escuela primara; es decir, en línea recta y luego formando una pequeña escuadra teníamos las fuentes de trabajo y de estudio. Durante las tardes, a veces esperaba a mi papá, que se acercaba caminando desde el poniente, cuando volvía del trabajo.
quarta-feira, novembro 12, 2008
Cronicas de Altai, preguntas infantiles de investigación o Teoría altaico cyberiana sobre los mastodontes multicolor (Mamut Arco Iris Imperator)
Le contestamos que si, y que también había mamuts con el pelo de color café y negro pero que todos se acabaron.
"Si, ya se", nos dice segura.
Luego añade una de sus preguntas superpoderosas: "¿Entonces... ya no hay mamuts de colores en el mundo?"
sexta-feira, outubro 31, 2008
Se están abriendo y cerrando las cuevas del más allá. Crónicas del supramundo
Eres de este mundo o del otro, le preguntamos...
Ella nos contestó medio asustada soy de los otros...
Al escuchar su respuesta pensamos cantarle el verso de una canción popular, allá en la Tierra Nuestra, ese que dice y estuve a punto de cambiar tu mundo de cambiar tu mundo por el mundo mío.
Pero mejor permanecimos en silencio y regresamos...
Sobre el famoso kinder anexo a la normal Miguel F. Martínez. Crónicas de Altai
"Mira mami, yo ya te dije que me cambies a un kinder donde me dejen llevar lonche, vendan comida chatarra en el recreo y que encarguen tarea... porque si no me aburro. Un kinder como en el que estaba antes, el de las vaqueritas".*
*Kinder de las vaqueritas. Kinder en el que la niña Altai cursó su primer año de educación formal; su denominación deriva de lo más significativo que recuerda Altai del mismo: su participación en el baile de las vaqueritas, durante la fiesta de fin de cursos. Altai, 2006: comunicación personal
Sobre los espíritus y el animismo, o nuestras amadas tradiciones paganas afroaridoamerikanas. Crónicas de Altai
"Pa... Creo que hay un sonido encerrado en todas las cosas, que es una llama o se parece a una llama..."
Racionalida. Manifiesto Altaico Cyberiano. Crónicas de Altai
"La cabeza no importa lo que importa es el amor..."
Sobre el estatuto de las montañas. Crónicas de Altai
"A las montañas no hay que hacerles nada pero para que crezcan más rápido tenemos que ir con ellas de vez en cuando..."
El plan de vuelo de Altai. Crónicas de las Montañas de Luz. Crónicas e Altai
"Papi, hay que hacer un plan para volar, pero no en avión ni en helicóptero ni con paracaídas. Volar así, sin alas... O, bueno, si con alas pero como las de los pájaros o las hadas".