Le pedían el destierro
todita la agrupación
hacienda de Guadalupe
de Linares, Nuevo León
Poema épico (corrido) de Bernardo Mata, fragmento
Es un drama norteño contemporáneo representado desde hace siglos con diversos actores en distintos escenarios. Versa sobre el destierro y la muerte en vida (ritual) del enemigo.
Lo cuenta desesperada y en voz baja la tía de la víctima en un ejido de Linares. Al hijo de una hermana lo levantó un grupo paramilitar acusándolo de alguna relación con alguien que estorbaba a sus intereses. Estuvo desaparecido varios días hasta que se lo entregaron a la familia torturado y moribundo con la siguiente advertencia: "se los regresamos pero debe abandonar la región, si sabemos que anda por aquí ya no lo vuelven a ver vivo".
La señora añade, casi llorando "pero a dónde se va ir si aquí nació y siempre ha estado aquí, ¿de qué va vivir en un lugar que no es su tierra?"
Unos compañeros camaradas que suelen sentenciar "nosotros nunca olvidamos" (en referencia a la deslealtad y los actos del enemigo) dijeron que ese tema no era de su incumbencia porque era un problema de narcotraficantes y, parece que ya no recuerdan el caso.
Nosotros que si olvidamos muchas cosas evocamos seguido la historia porque cada vez hay más levantados y detenidos desaparecidos o exiliados; y ahora que se celebran las fiestas del solsticio de invierno y que partiremos lejos (por amor) no dejamos de pensar en toda esa gente a la que se le aplica destierro, que tiene que vivir y morir en tierra extranjera contra su voluntad.
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