"Descubren monstruo en Coahuila", titular de la prensa norteña, junio 2011.
Descuartizados, deshollados, empalados y decapitados son especialidad del pueblo nocturno. La mutilación de las extremidades del cuerpo es práctica común en las guerras contra clanes enemigos porque su calidad de semi inmortales les permite sobrevivir a otro tipo de heridas; además, la mutilación posibilita raciones abundantes de sangre fresca. De hecho, nadie repara nunca que la mayoría de las decapitaciones y destazamientos aparecen con pocos rastros de sangre, como si el vital líquido fuera limpiado quirúrgicamente (o bebido).
Los mostros son los amorosos padres y tiernas madres de caníbales y vampiros, especies de nave nodriza que circulan por algunas carreteras del norte preñadas de oscuridad y protegidas por las altas horas de la madrugada. Los mostros son hechos a mano por familiares, compañeros, amigos y trabajadores de los caníbales y vampiros; se trata de vehículos andróginos casi invencibles durante la noche que durante el día se muestran torpes e indefensos, por lo que tienen que esconderse en cuevas o bodegas y maquilas abandonadas de las ciudades de las llanuras.