terça-feira, novembro 29, 2011

Partes de guerra en el centro de Monterrey. La partida del saxofonista.

Lo confundieron y lo mataron a dos cuadras de su casa. 
Después, exhumaron y robaron su cádaver porque quien lo mandó matar quería estar seguro de que el muerto era quien debía de estar muerto.
Sus asesinos se dieron cuenta demasiado tarde del error y fueron ellos mismos quienes aclararon que su asesinato había sido producto de una confusión.
Así confunden a muchos en estos días.
En este caso por lo menos tenemos cadáver, cosa que no sucedió con el Vaquero Galáctico, un mimo de las calles del centro quien fue levantando y nunca más se supo de él. 
El primer fin de semana después de su muerte los padres y la esposa dejaron una ofrenda en la esquina de Morelos y Mina, su lugar preferido para tocar los domingos.
El señor Garza, fotógrafo del Barrio Antiguo dijo: "Aguas, anda muy cerca la guadaña".      
El difunto estudiaba música y tocaba el saxofón en el Callejón Cultural del Barrio Antiguo y en el Paseo Santa Lucía a cambio de unas monedas.