segunda-feira, outubro 09, 2006

Mujeres del Norte, Radiantes, Gigantes (borradores mitopóetico dramáticos y milenaristas a más no poder)

Se fueron como llegaron
Sin decir palabra, sin lágrimas ni canciones
Sin mirar atrás ni hacia abajo, sin ningún gesto de tristeza ni alegría
Explicar y decir adiós no era parte de sus líneas de canto

Se fueron de una forma que nunca les conocimos
anudando todos los otoños de La Tierra en su memoria, garganta y bajo vientre
destilando en su mirada los ojos de todas las mujeres del mundo
las detenidas desaparecidas, luminosas en el más allá de la memoria

Sus pasos de gigante
Atravesaron el corazón de la ciudad
Ajenas a los edificios y nuestra voz, alaridos

Sus cabezas se perdían en las alturas
Decapitadas por la oscuridad de la noche
Lejos de luces, autos

Cuando quisimos alcanzarlas, abrazarlas, besarlas
Cruzar con ellas algunas palabras
Ya no caminaban en este mundo, vivían en otro tiempo
Aunque hubieran querido no podían vernos, escucharnos, hablarnos, recordarnos

Aunque hubieran visto para abajo
Ya nunca nos habrían reconocido
Se fundían en un horizonte de agua, viento, fuego y tempestad
Al borde del horizonte y el fin del mundo que, todos lo saben
está amarrado con unos cueros, en los más alto de nuestra montañas.

Ajenas, en lontananza, no sabíamos si se enterraban en la tierra
con cada paso, o si el cielo las devoraba…

Um comentário:

SOLERA disse...

POR PLATICAR EN PLAZAS PÚBLICAS
a veces creemos en lo sobre natural, en la magia y la energia y de pronto se va danzando en palabras que tejen discursos complejos, por que a veces solo se cree en lo inmediato, como si lo único que existiera es lo que tienes enfrente.
La tarde caía, el cielo se empezaba a oscurecer y soplaba una brisa fresca que movía las ramas de los árboles, a veces escuchaba y ponía atención a sus palabras y en otras miraba la danza de las hojas y el viento. Y un profundo deseo de volar me invadió y me deje arrastrar por el viento, a pesar de haber sufrido por dejarte abajo...