-Oiga, ¿y la otra muchacha que siempre estaba junto a usted, ya tiene rato que no la vemos?
-Ni la volverá a ver. A mi compañera cajera la corrieron, pero es que ¡a quien se le ocurre decir que faltó tres días al trabajo porque su abuela se vino caminando desde Concha del Oro, Zacatecas, a Monterrey!
(Nosotros pensamos que la ausencia de tres días estaba plenamente justificada por motivos mágico religiosos, acompañar a una de nuestras venerables ancianas en una peregrinación debería implicar premios, no castigos. A la que deberían de correr por incrédula y blasfema es a la cajera del diálogo y a sus jefes)
Nenhum comentário:
Postar um comentário