sexta-feira, abril 29, 2011

El desterrado de Balleza.

En una de nuestras estancias en Parral no nos dejaron quedarnos en la casa de la abuela Cristina. Doña Rita dijo que ahora estaban allí refugiados la tía Aidee y el tío Leoncio. El tío Leoncio era comandante de la policía en el municipio de Balleza, Chihuahua (Los nombres de las personas y de los lugares han sido cambiados por motivos de seguridad) y fue rafagueado junto con dos compañeros. A don Leoncio le tocó la mejor parte porque sólo recibió un balazo en el tobillo del que pronto se recuperó.

Varios comentaron que sólo fue una advertencia, que si los hubieran querido matar lo hubieran hecho, que no iban por ellos. En esos mismos días de la advertencia le dijeron a don Leoncio que no lo querían de comandante en Balleza ni tampoco podía visitar la cabecera municipal. Renunció y mientras se recuperaba de la herida estuvo escondido porque temía que cambiarán de opinión e intentaran, ahora sí, matarlo.

Otro desterrado más, en su propia tierra.

La tía Aidée dice que desde entonces Leoncio cambió, no es el mismo. Lo pone nervioso viajar por carretera y evita que le caiga la noche fuera de casa. Desde luego no ha ido ni piensa ir a la cabecera del municipio del cual lo desterraron, aunque sigue viviendo en un rancho de Balleza.

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